viernes, 3 de septiembre de 2010

Rafa Paz: “Me tienen harto los géneros”.-

Uno de los tantos alteregos del fotógrafo, publicista y manager de rock se confiesa en una charla de casi una hora con Agencia NAN. Rodeado de dos de sus amigos de la escena rockera y recientemente teñido de rubio a lo Lou Reed, el artista confiesa que está cansado de los encasillamientos, que ya escuchó todo lo que hoy está de moda y que quiere armar una productora donde todo sea rock.

Por Guillermina Watkins
Fotografía gentileza Rob Colanzo (Reynols)

Buenos Aires, Septiembre 3 (Agencia NAN-2010).- Rafa Paz tiene un sueño: quiere hacer todo –y de todo- por el rock. Desde aquel año en que salió de su ventosa Zapala natal para empezar a estudiar dos carreras que no le interesaron (Contador Público y Administración de Empresas), siempre supo que terminaría en la música de alguna u otra manera. De esas revistas perdidas como la Madhouse, o esas visitas a Mix Láser, la primera rockería de Neuquén, y también las graffiteadas por el centro zapalino, pasó a ser hoy uno de los fotógrafos de rock de bandas como Massacre, Litto Nebbia, Kahunas, Dante Spinetta, Tormentos, La Patrulla Espacial y el mítico grupo indie de los noventa conocido como los Reynols, que después de seis años volverá a reunirse a fines de este año.

Creador del sello Big Making Records, el artista pretende reunir a todas las bandas independientes que están sueltas, sin “identidad”, para seguir armando una pequeña familia de músicos: los amigos de Kirchner, Trostrigo, Sortie, Turi, Lo más horrible del mundo son algunos de los nombres a las que convocó para grabar en su firma en el estudio de Diego Acosta, músico también de Verdeoscuro. “Hoy es difícil vender discos, entonces algunos los producimos y otros los subimos a internet y de ahí le metemos”, le explica a Agencia NAN Rafa Paz que se acaba de convertir en un “Lou Reed de cinco pesos”, tras haberse teñido el pelo de rubio para su reciente cumpleaños.

--¿Cómo surge la idea de armar un sello independiente, siendo fotógrafo de rock, y cuál es el concepto que hay detrás de todo el proyecto?
--La gente no te compra los discos independientes y casi que tampoco está comprando discos de nadie. Entonces a algunos los sacamos y a otros no. Medio rata la onda, pero a veces quince pesos no son nada y encima te queda el disco. Tranquilamente, esos trabajos podrán convertirse en algo de culto o no, pero igual quedan, como parte de una época. Cuando tenés un sellito y vas armando una colección está bueno porque el sello te da una identidad o te garantiza algo, como la calidad misma.

--Entonces tu idea es conjugar todas las disciplinas comunicacionales para trabajar con la música, podría decirse…--Sí, ponele. O sea, yo empecé dos carreras que me di cuenta que no me gustaban, tal vez por un mandamiento familiar. Es más, no sé cómo me metí. En un año aprobé dos materias creo que porque me gustaba a la profesora, pero nada más. Me di cuenta un poco más tarde de algo: hay que hacer lo que a uno le gusta y ser amplio. Yo soy creativo publicitario, pero no trabajo de eso, trabajo del arte, haciendo publicidad y difusión de las bandas del sello, haciéndoles el managment y la fotografía. O sea, para mí la música es un todo, hay un todo alrededor de la música, ¿no? Es más, me metí en la fotografía de rock porque me gustaba el rock y la fotografía, no más que eso.

--¿Y cuál fue tu primera foto, cómo hacés para llegar a Litto Nebbia?
--Uff... a ver, yo empiezo con Masacre, sacándoles una foto con la misma cámara que le sacaba fotos en los actos a mis primas. Después, empecé a curtir la onda garage, “Saaaarf” (surf) como dice Litto, y así fue llegando el resto de los artistas. Yo no trabajo para ellos, sino que trabajo con ellos. Es más, a Litto lo conocí por un amigo y casi que le declaré mi amor sacándole fotos. Después, conseguí su e-mail, le mandé las fotos, le gustaron y me respondió. Para mí fue un flash recibir un correo firmado por él. Quizá si fuese un ser sensible le sacaría fotos a viejitos, pero la música es lo que más me interesa en la vida.

--Podrías reeditar los discos de Los Gatos con Big Making…
--¡Ojalá! La verdad que sería fantástico, pero no sé cómo es el tema de los derechos. Es una de mis bandas preferidas. Yo reeditaría todo, no puedo creer cómo Beat N° 1, cuarto disco de Los Gatos, no se puede conseguir porque no lo tiene nadie. Es una locura. No deberían faltar las piedras fundamentales como ellos, Pappo, que le dieron tanto al rock.

--Ahora hay como un resurgimiento del rock nacional en las bandas independientes, ¿lo ves de la misma manera?--Sí y no. En algunas bandas se nota esa intención de recuperar el rock y en otras no. Yo estoy escuchando de todo. Estoy cansado de los géneros, los detesto, me cago en ellos. Me gusta mucho el folclore, el rock. Estoy escuchando a Shaman, La Patrulla, Los Reyes del Falsete, Ruta del desierto, algunas bandas de Chile, como Los Tres o Prisioneros, Los Gatos. A veces cae mi amigo Gus, bajista de Amorfus y me trae Morphine, con su saxofón. Es decir, no tengo problemas de nada ni con nada.

--Y ahora, al menos los que te siguen por Facebook, han descubierto que empezaste tu carrera de músico. No tenés problema en calzarte el poncho, agarrar el bombo e irte de gira por Chile.
--Mirá, si la gente se enteró hace dos meses que soy músico, yo creo que me enteré hace tres. Nadie me hacía el aguante con el tema del folclore, como que están encerraditos en sus cosas y yo siento que escuché eso varias veces. ¿Cómo puede ser que tengamos casi 30 años y sigamos escuchando lo mismo? Hay cosas que te tienen que dejar de gustar a cierta edad, no sé, ir sumando a la gran biblioteca. No hay que encerrarse en un estilo, y por eso yo quiero ir armando una banda que haga un tema de cada estilo, que sepa fusionar. Cuando ensayamos a veces sentimos que tiene que ir una parte de drum and bass y la ponemos. Onda, folclore con drum and bass, con un poco de Cafrune, de Los Jaivas, de rock, de cualquier cosa.

--Y se fueron de gira con Trostrigo, que es tu proyecto de folclore.--Sí, toco con Rodrigo que es un chico de Chile. Nos fuimos allá porque hay como una movida más grande de folclore independiente. O sea, acá hay, pero es como siempre el mismo circuito. Allá hay de todo en todos lados. Acá no siento que haya algo nuevo en el folclore argentino. A veces Shaman hace algo con eso, pero sino es todo lo mismo. Por eso apareció mi alter ego, Poncho Korea, que es como Batman, sale cuando tiene que salir, el resto del día soy Bruno Díaz, casi multimillonario.

Así, Rafa Paz, Poncho Korea, Trostrigo, como quieran llamarlo, cierra su diálogo con Agencia NAN, entre muchas risas con sus amigos el saxofonista de Amorfuss y Rob Colanzo, guitarrista de Reynols , quienes son los encargados de sacarle la foto para la siguiente nota y en una última declaración afirma que su nuevo proyecto será hacer música para el acto sexual “onda Massive Attack, onda Air”. Habrá que esperar sentados las novedades. O quizás sea mejor acostados.


Big Making Records: http://www.big-making.com/
Web foto: http://www.fotopaz.com/