lunes, 5 de julio de 2010

Discos: “Elesplit” (Sr. Tomate, Shaman & Los Hombres En Llamas y Prietto Viaja Al Cosmos Con Mariano, 2009).-

Nueve temas grabados por tres bandas y músicos invitados componen un disco marcado por la variedad de estilos, la simpleza de las canciones y la fluidez de una charla entre personas que hablan el mismo idioma.
Por Guillermina Watkins

Buenos Aires, julio 5 (Agencia NAN-2010).- Un punkie tradicional, de ciudad o de suburbio, podría afirma que sólo la cresta y las tachas estarían anunciando estéticamente lo que esas cuatro letras inglesas implican. Sin embargo, con la aparición de Elesplit, disco en conjunto de tres de las bandas que vienen sumando más seguidores en el indie, parece indicar lo contrario.

Fieles a su tradición de músicos de ciudad, encerrados en el patio de alguna casa amiga o bien en una de las tantas plazas que hay en La Plata, estos once músicos y amigos invitados decidieron componer un disco en conjunto que reflejara justamente eso: la fraternidad gestada por un grupo de personas que, durante tantos años de ensayos, recitales y bandas en común, fueron afinando una misma línea estética.

Así, haciendo honor al espíritu punk y a su costado comunitario, como alguna vez lo hiciera La Cofradía de la Flor Solar en los setenta y su espíritu que sigue latiendo en el rock local, grabaron un split: formato de disco compartido por dos o más grupos que, debido a los costos de grabación, se solía hacer para enfrentar el avance de los precios. Con la aparición del cassette, muchos grupos punks y hardcore solieron hacerlo para poder mostrar lo suyo. “Yo recuerdo haber tenido varios cassettes de bandas independientes grabadas de esa forma. 2 Minutos, Flema y Attaque lo hicieron. Son artesanales, discos especiales como el espíritu de tomar mate con unos amigos”, confirma Eduardo Morote, baterista de Sr. Tomate.

Elesplit está constituido por nueve temas --tres de cada banda-- que fueron grabados y arreglados por toda la “comunidad” de músicos que se encerraron durante dos días en Kraut, la sala de ensayo y grabaciones del músico patagónico y colaborador de varias bandas de la escena local Shaman Herrera y que frenaron sólo para dormir, para darle rienda suelta a su poder creativo, catártico.

El resultado es un disco cargado de variedad de estilos pero con el mismo camino trazado: el de la simpleza de las canciones y la fluidez de una charla entre personas que hablan el mismo idioma. Ese recorrido lo inicia Prietto Viaja Al Cosmos Con Mariano, banda porteña pero platense por adopción, con “Me vas a recordar” y la impronta de su voz llorona y sus guitarras monotónicas del clásico indie. Sin llamar mucho la atención, una voraz canción de Los Hombres En Llamas, “Vendaval”, se impone con un rock y una voz más potente en esencia que la de Prietto. El siguiente es de Sr. Tomate “Llano” donde se dibuja un tema recurrente de la banda: el desamor, el vacío, la dificultad de levantarse de la cama y el claro contraste con una música alegre.

Así será el proceso hasta el final, pero por triplicado. A Partir del cuarto tema, la cosa se pone más colectiva y se ve la intención primigenia del disco cuando los músicos comienzan a mezclarse e, incluso, a invitar amigos como en “Canción para el Afro y Shaman”, de Prietto, donde participan músicos de Sr. Tomate o “La casa está en llamas de Shaman”, en el que se suma la voz grave de Natalia Politano, “Poli” de Sr. Tomate y Lucas Borthiry de La Patrulla Espacial, para hacer dos de los temas con más fuerza lírica y musical del disco.

La cuenta continúa con “Papá”, de Sr. Tomate, “Los perros del lugar”, que le da cierre al viaje de Prietto y Mariano, “El río en el camino”, una explosión de Shaman por temor al desencanto y al escepticismo, y “Oso de invierno”, de Sr. Tomate, que es cantada a coro por los once músicos que le dieron vida a esta maquinaria de sentimientos compuestos por los clásicos acordes simples del punk.

MySpace: http://www.myspace.com/vivaelesplit

"No te pierdas de lo real" (Varsovia Varuna, La Plata, 2009).-

El trabajo primigenio del cuarteto platense mantiene a lo largo de diez temas una línea rockera que se deja influir en varios momentos por el reggae, la milonga, la zamba y el vals.
Por Guillermina Watkins

La Plata, junio 21 (Agencia NAN-2010).- El cuarteto de La Plata Varsovia Varuna lejos está de sonar como Varsovia, la primera banda de los ex Joy Division y ex New Order. En vez de climas oscuros y melodías graves, los Varuna se proponen dejar en la memoria musical un disco de diez temas que le rinde homenaje a la canción tradicional y se deja influir por el reggae, la milonga, la zamba y el vals, sin perder el rumbo de una línea rockera.

De este modo, la banda comandada por la voz bien trabajada de Juano fue formando su amplio séquito de seguidores del rock universal y, así, llegó a tocar junto a Baltasar Comotto (guitarrista del Indio Solari y de Luis Alberto Spinetta); compartir escenario con el excéntrico músico uruguayo Martín Buscaglia, ser soporte de NTVG en Rauch y participar como invitada en el festival Muchogustok.

No te pierdas de lo real, el álbum primigenio de esta banda que vanagloria del rock en todas sus formas, propone un recorrido por alguno de los ejes temáticos de la vida e invita, como punto de reflexión más fuerte, a no perderse de lo real ante las adversidades, intentando llegar a la gente sin peajes.

Así, abre el repertorio de una decena de temas “Pecan”, en clave reggae, con guitarras seguras al frente como una crítica a quienes venden una realidad estanca, con culpas, sexo castigado y a quienes “pecan por no pecar”. Inmediatamente le sigue “Hawai”, pista que comienza con un ritmo similar al de una balada, una cancioncita, y termina con mensaje esperanzador para quienes se levantan con miedo.

“Quedate acá” y “Bombea”, canciones rifferas con un tinte arbolesco, son temas que tienen la misma línea: empiezan tranquilos y después se convierten en una ola de guitarras y trompetas principalmente. “Milonguita” y “Zamba” son dos temas que permiten una salida del trayecto que venían transitando los músicos para desembocar en las opresiones y represiones, y en la necesidad de sentir que “el sentido de la realidad es sentir realmente que estás acá”.

Cierran “Aglusón”, una balada rockera y desahuciada; “Fuga”, un valsecito; “Cosas”, uno de los mejores momentos el disco donde los artistas reflexionan sobre el amor, el miedo y la muerte; y “Cochecitos”, una crítica a una sociedad que sólo prefiere andar contando las victorias y que por eso se impone “borrar su memoria”.

Por eso, los lectores de Agencia NAN tienen la oportunidad de llegar a esta banda, que propone encontrar una mirada distinta de tanta realidad como punto de partida para dejarse llevar por el verdadero sentido de las cosas y sobre todo de la música.

Maga Lee: “¡Los vinilos no deben venderse!”.-

El alterego drum & bass de la hermosa Gisela Magalí Lago es una especie de princesa oscura, como las brujas sexys de las películas de Disney. Salvo que su mundo no es de fantasía: sumergida en un género rezagado aunque creciente en Argentina, que tiene además pocas exponentes, la DJ se propone ampliar horizontes y se le anima a las bandejas. También, a una charla con Agencia NAN.

Por Guillermina Watkins
Fotografía de Santiago Goicoechea

Buenos Aires, junio 17 (Agencia NAN-2010).- Es mediodía en la esquina de Suipacha y Sarmiento, y además del constante movimiento cotidiano, los bares están superpoblados porque se juega la primera fecha del Mundial de Sudáfrica. Cientos de oficinistas comen la promoción del día y miran el partido en un silencio sospechoso, mientras que por la inmensa puerta de vidrio de uno de esos cafés entra una chica tamaño small con grandes ojos verdes. Es Maga Lee, la DJ mimada del drum & bass porteño y una de las pocas mujeres de la electrónica local, junto a Mina, Carla Tintoré y Romina Cohn. A regañadientes, la intérprete“madruga” para el encuentro con Agencia NAN y allí se entera de que el torneo más grande del fútbol mundial ha empezado.

Gisela Magali Lago cuenta, entre sonidos de vuvuselas y varios “¡uh!” de la inercia futbolera, que el drum & bass, su estilo predilecto, es poco masivo en comparación con otros, pero que aún así ella prefiere seguir tocándolo. “Una vez, charlando con un amigo, me preguntó al aire qué pasaría si el drum & bass fuese masivo como el minimal y yo pensé: ‘¿Estarían todos bailando como floggers?’. La conclusión de ambos fue que era mejor que siguiéramos siendo under”, rememora entre risas agudas. Y salva: “Aunque, si lo hiciera, tendría más trabajo”.

Con el paso del tiempo, Maga Lee se fue erigiendo como una especie de princesa de la escena local, con un sonido potente y bastante oscuro pero sin dejar de ser femenina cuando se sube a los escenarios. “La gente no entiende muchas veces el estilo, pero mi función es hacerla bailar, y siempre lo logro”, acota. Y luego advierte que “bajo ningún punto de vista o crisis económica, los vinilos deben venderse. ¡Nunca!”. La chica se confiesa fanática de la música y se le nota cuando habla: soulfull, jum up, tech spte, dark step, liquid funk y demás conceptos se deslizan en cada una de sus frases.

Under o poco masivo, lo cierto es que el drum & bass generó su propio circuito con el correr de los años, a pesar de ser la “oveja negra” de la música electrónica. Como principal trinchera, todos los martes en Barhein, la ex bóveda de un banco ubicado en el Microcentro porteño se realizan los ciclos +160, organizados por el DJ residente Bad Boy Orange y que llevan 8 años de ritmos rotos y varias visitas internacionales en su grilla. Ahí, aunque no haya sido su lugar de nacimiento musical, se fue fogueando Maga Lee junto a un grupo de DJs conformado por Orange, Buey, Lauder, Felipe, GiorgioLive, Pablo Terreil y el platense Luis Zerillo, que se sumó hace poco al staff.

“Empecé en un cumpleaños de un amigo por el 2002, 2003, y pasaba sólo techno. En ese momento no sabía mezclar, pero igual me mandé varias veces. De toque, me pasé al drum & bass porque me di cuenta de que me daba otras cosas el estilo: varía todo el tiempo y me saca de mí. Yo siempre pongo el drum & bass más agresivo que encuentro”, relata la DJ. Maga, que lleva ese apellido artístico por sus rasgos achinados y que fue bautizada asì por sus amigos en alusiòn a Bruce Lee, el maestro de las artes marciales hollywoodense, decidió hace menos de dos años dedicar de lleno su vida a la música electrónica o a ese “trabajo indigno”, según el gran Pappo Napolitano. Ella sabe que los ritmos rotos de Goldie o Photek (los principales exponentes del drum & bass a nivel mundial) son un estilo difícil de promover y, sin embargo, la escena local va sumando cada vez más adeptos en público, ciclos independientes y músicos productores.

“El ciclo +160 es súper importante por el esfuerzo de Bad Boy Orange que, si bien no fue el primero en pasar drum en el país, es el único que sigue dándole rosca y que, además, armó todo un circuito de la movida. Después están las Killerdrumz y el Bass Or Die, ciclo que organizamos con DJ Neda algunos fines de semana para la gente a la que le gusta el estilo pero que no puede salir los martes”, relata Maga Lee.

Como trabajadora ferviente del drum & bass, pero sobre todo de la música electrónica en bandejas, ella sabe que para vivir de la música tiene que ampliar sus horizontes, o al menos es lo que se está planteando. “Estoy armando otras facetas musicales, pero siempre bien arriba: techno y house. No voy a cambiar de nombre, siempre voy a pasar drum & bass, pero ahora Maga va a ser DJ full time”, agrega la única mujer que se le anima a las bandejas y confiesa, casi hablando en tercera persona y a forma de remate, que prefiere ir a ver una banda en vivo que a un DJ. Mientras, abandona sus intentos de comer una porción de pizza fría en su amanecer tardío.


http://www.myspace.com/djmagalee