sábado, 29 de octubre de 2011

Con sello neuquino


El director neuquino Tomás Lipgot inauguró ayer el Bafici Itinerante con su documental "Moacir".

Neuquén >
Llegó con demasiada ropa abrigada a pesar del arribo de la primavera. Arribó a su ciudad natal, como lo hace al menos una vez al año, con un objetivo bien claro: inaugurar la 13ª edición del Bafici Itinerante con su reciente largometraje: “Moacir”, que anoche se proyectó en La Conrado Cultural, espacio donde se desarrollará el festival que mañana tendrá su cierre.
Tomás Lipgot, uno de los tantos neuquinos radicados en Buenos Aires (“¡ganaron los unitarios!”, dirá), estuvo presente al mediodía durante el lanzamiento del evento, donde habló de su quehacer como productor y realizador joven en el contexto actual.
El Productor Multimedia y con la carrera de cine a medias, pasaba con éxito con su última producción documental,  que narra la vida de Moacir Dos Santos. Un brasileño que llegó al país en 1984 para darle fuerza a su vocación de cantante pero que terminó internado en el Borda con un diagnóstico de esquizofrenia. Antes de ser un protagonista de cine, y estar a punto de cumplir el sueño de sacar su primer disco, el brasileño pasó un largo calvario y eso fue lo que atrapó a Lipgot.
La estética del cineasta es firme y clara: la de contar historias ocultas, donde el encierro es una de las claves más fuertes (ver aparte). Esa línea temática se puede ver en su primera ficción “Casafuerte” (2004), estrenado en el 19º Festival de Cine de Mar del Plata; la grabación del CD interactivo Carcelaria, que contiene un documental multimedia de su autoría y canciones compuestas por presos de las Unidades Penitenciarias Nº 24 y 32 de Florencio Varela; el documental sobre la vida de Ricardo Becher, “Recta Final”, sobre la vida y obra del director de películas como “Tiro de Gracia”  que fue estrenada en el 12º BAFICI y que relata la vida de un gran cineasta “sumergido en el olvido”; “Fortalezas” (2010),  y la reciente “Moacir” que cuenta con el apoyo del INCAA, la Embajada de Brasil y la Universidad del Cine.
“La película recorrerá todas las sedes del Bafici Itinerante y está buenísimo eso porque son producciones con difícil recorrido, sobre todo en el interior del país, y si no fuese por este tipo de eventos no llegaría a la gente que es el destino final del cine”, destacó Lipgot.

Rescatando a Moacir
Como un "flaneur" que sin proponérselo termina encontrando un gran tema y lo relata a la perfección, Lipgot se topó con el brasileño que estaba esperando ser descubierto. Lo conoció durante el proceso de filmación de “Fortalezas”, que hace eje en cuatro instancias de reclusión: el Borda, una cárcel, un hogar de ancianos y el leprosario Baldomero Sommer, “lugares donde se manda a los inservibles o que no son productivos para el sistema”, dice el productor.
“Cuando lo conocí supe que él tenía que tener su propia película. Siempre me contaba que cuando llegó a Buenos Aires había registrado varios temas en SADAIC y me costó creerle. Finalmente, un día me acerqué a la institución y cuando corroboré que era cierto fui a buscarlo. En esos días se había externado del Borda por voluntad suya a los 67 años –algo que resulta muy difícil a su edad y con su diagnóstico- y eso me impulsó con más fuerza a filmar el documental”, comentó el director.
En la película, además de un recorrido por su vida, se pueden escuchar algunos de los temas que fueron grabados especialmente para la filmación. Música del Brasil previo a la “europeización” de los estilos: sambas, marchas de carnaval y unos tangos que pertenecen a una corriente de cantores brasileros influenciados por el ritmo del 2 x 4. De hecho, en la filmación se puede disfrutar un tango hecho por él con la esencia tanguera, el lunfardo, la idea del perdedor.
“El resto de los temas los grabaremos con Random Records que tiene en su catálogo a Vinicius de Moraes, entre otros”, destacó Lipgot que dice “gustar” de las películas “La Antena” y “Picado Fino” de Esteban Sapir y de la obra de Pablo Fendrik y Leonardo Favio.


"El encierro es parte de la humanidad"
Neuquén “Yo siempre tengo una idea de la libertad un poco ilusa. Es más, creo que todos la tenemos. Estoy más cerca de creer que la libertad no existe o sí, pero sólo en pequeñas cosas, en pequeñas graduaciones. El encierro lo veo como una condición del ser humano y está en todas partes: en las imposiciones sociales, en el inconsciente, en los mandatos familiares, en lo ancestral que nos condiciona, en los mandatos religiosos o del orden social. El encierro es parte de la humanidad”, destacó Lipgot respecto a un tema que está siempre presente en sus trabajos.
De todos modos agregó que, si bien sus películas toquen temas un tanto “complejos”, no hay en ellas una visión tan tremenda.
“Claro que lo marginal me convoca pero vos las ves y realmente son más pintorescas de lo que parecen. Siempre intento rescatar a esos personajes que, dentro de contextos tan tirantes, quieren trascender su condición y eso es lo mejor que podemos hacer: luchar contra las limitaciones que todos tenemos”, concluyó el joven director neuquino.

Lo que viene
Neuquén Tomás Lipgot no para de pensar en filmar. De hecho una de las razones por la que no desea volver a la “tranquilidad” neuquina es porque (¡Maldito centralismo!) casi todo pasa por Buenos Aires. Por eso, su agenda 2012 se encuentra cargada de proyectos y de muchos que aún desconoce.  “A veces me cruzo con los temas cuando me encuentro investigando otros. Otras veces me presentan a las personas y después de un tiempo se convierten en material fílmico, y sino termino buscándolos”, destacó.
De este modo, para el año que viene tiene una producción asegurada aunque aún sin nombre: la historia de un polaco que llegó exiliado de Auschwitz y que le presentaron tres años atrás.
“La temática judía no es fácil de enfrentar, por eso me llevó un tiempo decidirme cómo hacerla. De hecho el mes pasado estuve en Polonia filmando, la verdad que fue una experiencia increíble”.

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