lunes, 30 de mayo de 2011

Alex Heduvan: “Busco que lo que digo duela tanto como le duele a la gente que lo sufre”.-

El músico se enamoró de las rimas en su primera adolescencia e integró una banda con amigos de su barrio, en el Oeste neuquino. Tras andar en conjunto, se animó a caminar solo y está a punto de lanzar su primer disco. En diálogo con Agencia NAN, asegura que el arte le ayudó a entender la áspera realidad que lo envolvió desde su nacimiento: “Todo eso que mamé lo terminé escribiendo. El rap es mi habla y todo lo que no puedo decir hablando lo digo rapeando”.

Por Guillermina Watkins
Fotografía gentileza de Magdalena Azcazuri
 


“Rapeo alto, porque en el largo camino del hip hop,
yo encontré el atajo,por eso viajo, encajo donde sea,
donde todo escasea,donde veas lo que veas,
no va a ser lo que vos quieras” 
San Lorenzo City

Neuquén, mayo 27 (Agencia NAN – 2011).- El rap y las rimas de los “chicos bravos” está pasando por un buen momento en toda América Latina. En los ‘90, 30 años después de su nacimiento en Estados Unidos, la movida desbordó las fronteras y se hizo fuerte en los trópicos. Lejos de allí, donde las pieles sudan, el sur alzó su voz y, parece, tiene mucho para decir. En Neuquén, uno de los principales referentes del rap es Alex Heduvan, un jugador distinto que llega con todo el agite del Oeste de la ciudad patagónica, uno de sus barrios más pobre y marginal. Hasta hace poco, Alex formaba parte de “San Lorenzo City”, grupo que compartió con el Negro Miguel, uno de los precursores del ritmo que aúna a varios raperos, otros tantos graffiteros, bailarines y algunos djs locales que se dedican al scratch o al mash-up. Aunque cada vez más fuerte, el rap neuquino es desconocido para la mitad de habitantes. En diálogo con Agencia NAN, Heduvan abre las puertas de ese mundo y adelanta lo que será su primer disco solista.

--¿Por qué empezaste a hacer rap y no, por ejemplo, cumbia, que es lo que más se escucha en tu barrio?
--A mí la cumbia no me gusta. Considero que, en vez de construir, destruye bastante la imagen de ellos mismos y de las mujeres. Si bien al igual que la cumbia, el rap viene de los barrios periféricos, es muy diferente. Hace un par de años, en 2004, nos juntábamos con un grupo de amigos en una casa, prendíamos un equipito con unas bases y grabábamos nuestras rimas en un cassette. Yo tenía 13 años en ese entonces y mis referentes eran el Negro y Joper. Ellos me incentivaron a escribir. De la junta de nosotros tres y un chico más, Isaías, salió San Lorenzo City, algo que nos agrupaba. El Negro era el mejor porque escribía canciones sobre las cosas que veía en las calles. A mí me encantaba. Los cuatro somos MC, maestros de ceremonia. Es decir, los que vamos al frente. El movimiento hip-hopero abarca también a bailarines, a los djs y a los graffiteros.

--¿Se puede hablar de la existencia de un movimiento hip-hopero en Neuquén?
--Sí, y en este último tiempo creció mucho. Los bailarines se juntan en el Parque Central, que fue un lugar del que empezamos a apropiarnos en 2005. Era la antigua pista de tango. El comienzo, no obstante, fue en la Municipalidad, de donde la Policía nos fue corriendo por bailar, rapear, vestirnos con pantalones anchos… Nos miraban raro, como diciendo ‘¿Y éste de dónde salió?’. Ahora, además de los que se juntan a bailar en el Parque, nosotros nos juntamos a cantar en recitales de dub, de reggae, en los sound systems cuando los djs ponen bases de rap, de hip hop.

--San Lorenzo City quedó atrás y ahora empieza el camino solista, con su primer disco. ¿Qué trae de nuevo?
--El disco va a tener entre 15 y 16 temas, de los que ya llevo 12 terminados. El proceso de grabación empezó en enero y ahora estamos ensayando con banda y con bases para poder salir a tocar solo o acompañado y las letras las rescaté de cómo 12 cuadernos que tenía llenos de cosas escritas. Para grabar, invité a varios artistas amigos: Joper, uno de los raperos que me formó; Noelia Pucci, que es una grosa y con ella cantamos un tema para (el docente asesinado durante una manifestación por la policía neuquina, Carlos) Fuentealba; con el Chakal de La Estafa Dub que, además, es el que está grabando mi disco en sus estudios La Toma; con el Tano Bongiovanni en saxos; con Gise Vega de Sinsemina; Pichuki, un chico del barrio; son muchos. Todos, alguna vez, me invitaron a tocar en sus discos o en sus recitales. Ahora yo los estoy buscando para que participen del mio. El disco tiene nombre, pero prefiero no decirlo por si cambio de idea. Quiero presentarlo en todos lados, tengo el presentimiento que va a salir todo bien.

--¿De qué hablan las canciones?
--En mis letras agradezco a todos los que me ayudaron con el disco, en su difusión, así que les canto a algunos programas de televisión, radios, a músicos. Pero, sobre todo, mis letras hablan de discriminación, represión y muertes, del fin de la tierra, de la globalización. Hablo de lo que sucede en el oeste, donde vive mucha gente que nunca salió de su barrio y se quedó allá, pero no se vive muy bien que digamos. El rap siempre está relacionado a la crítica, Tupac, Public Enema (ambos referentes del rap estadounidense), todos cantaban por la desigualdad de los derechos de los pueblos negros. Siempre me fijo de contar lo que no sale en la tele, en la radio y contarlo de una manera que le llegue a la gente. Busco que lo que digo duela tanto como le duele a la gente que sufre en el oeste y en todo el mundo. A nuestro barrio, el San Lorenzo, no lo conoce nadie. No muchos de los que viven en el Este de la ciudad pasan por ahí. Pero tampoco sé si todos los del Oeste ve eso como lo veo yo. La mayoría vive mal, con un sueldo de mierda que les da un político por seguirlo y votarlo y vivir en malas condiciones. Es como que si sos pobre te acostumbran a seguir siéndolo. Yo por ejemplo, a principios del 2000 no tenía ni un equipito de música y escuchaba música por los canales de cable, del que nos colgábamos en casa. Mi vieja cobraba un plan trabajar de 150 pesos y nos mantenía a 4 hijos. Por eso ya no soy tan materialista. Pero todo eso que mamé lo terminé escribiendo. El rap me ayudó en banda de cosas. El rap es mi habla y todo lo que no puedo decir hablando lo digo rapeando.

--¿Cómo es el recibimiento de la gente?
--Siempre me encuentro en situaciones insólitas donde comento que tengo una banda y la gente me dice que me escuchó y que les gusta. Ese reconocimiento es lo que me hace seguir escribiendo, seguir adelante. Una vez estaba rapeando en la Avenida Argentina mientras otros bailaban y cuando nos estábamos yendo apareció una abuelita, con una gaseosa en la mano, y me agarró de la remera. No me soltaba ni un segundo y me decía ‘chicos los felicito, ustedes dicen lo que nadie se anima a decir’; nos daba besos emocionada. Que una abuela que probablemente nunca haya escuchado rap me diga eso, me volvió loco. Eso es lo que me hace seguir escribiendo y pensar en el futuro, porque mis canciones se tienen que seguir escuchando.

--Por último, ¿qué bandas del valle te gustan?
--Yo soy mi fan número 1, me escucho todo el tiempo y hago la música que me gusta a mí. Dentro del estilo acá no tengo referentes, pero me gustaba Sinsemina y me gusta La Estafa Dub. Me gustaría llenar una mochila de discos y partir por el mundo. También tengo una banda de rap metal que se llama Cuchillos y, junto con la Fundación del Banco provincia del Neuquén estamos armando un proyecto que se llama “Graffiteando un futuro”. Estamos planeando traer a 10 o 20 graffiteros para embellecer las calles. Porque el graffitti también es parte de la movida hip hopera.



http://www.myspace.com/slcity
http://www.youtube.com/watch?v=9P1KdDd0CQM

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