martes, 12 de julio de 2011

Poesía sin góndolas ni cajas registradoras


La idea de crear un Almacén Literario nació en Neuquén e intentará ser un espacio en el que confluya la historia de vida y las obras de cada escritor de la provincia. La iniciativa surgió de “la necesidad de trazar redes” entre los artistas de cada lugar, contó uno de sus creadores, el poeta Tomás Watkins. En diálogo con Agencia NAN, adelantó detalles de la nueva bitácora.

Por Mía Wallace
(o sea eu)
Fotografía gentileza de María Isabel Sánchez


Neuquén, junio 22 (Agencia NAN - 2011).- “Yo soy un escritor patagónico, pero ante todo soy un escritor gordo”, afirmará Tomás Watkins y esbozará millones de analogías, que sin ser poéticas, las convertirá en poéticas. El también es uno de los creadores de este proyecto audiovisual que fue becado por el Fondo Nacional de las Artes donde pretende reunir en una especie de “almacén” –o biblioteca digital con documentales – la vida y obra de los escritores más representativos de Neuquén.

Watkins trazó el plan junto a su par Cristian Carrasco. La iniciativa se basa en la necesidad de trazar puentes y coordenadas históricas de los poetas de cada ciudad. Además, se configura como una parte más de la relación que el creador tiene con la poesía: de por vida y a turno completo.


La militancia con la palabra del joven escritor neuquino es silenciosa pero contundente: sin ser un juglar mediático, su hoja de vida demuestra un gran recorrido literario. Con 33 años ya publicó su primer libro, 26, con las editoriales independientes Libros Celebraos y El Suri Porfiado, que recibió el primer premio de Poesía en la Universidad Nacional del Comahue. Además, el escritor participó de varias antologías entre las que se destacan Desorbitados. Novísimos poetas del sur de la Argentina, publicada por el Fondo Nacional de las Artes; Si Hamlet duda le daremos muerte, publicada en La Plata por Ediciones de La Talita Dorada y Aires contemporáneos. Asimismo, representó a Neuquén en la Feria del Libro que se realiza todos los años en Buenos Aires e integró Celebriedades, un grupo que fusiona poesía y música y con el que viajó por toda la Patagonia y Chile.


--¿Cómo surgió el proyecto del Almacén Literario?

--Nació a partir de una charla donde veíamos la necesidad de trazar redes entre los escritores de cada una de las provincias. En principio, se busca armar un espacio inédito en Neuquén para dar a conocer a los escritores residentes en la provincia. La idea se completa con la instauración del producto como un espacio de consulta permanente para la comunidad educativa y la sociedad entera en donde puedan encontrar vida y obra de los escritores neuquinos o residentes en la provincia, nacidos acá o porque hace tiempo que se instalaron, por motivos absolutamente diversos. El primer tramo es la filmación de 7 documentales con los primeros siete artistas seleccionados que son Miguel Ángel Sabatini de Cutral Co, Héctor Ordóñez de Andacollo, Mariano Villegas de Villa La Angostura, María Cristina Venturini de San Martín de los Andes, Raúl Mansilla de Neuquén capital, Eduardo Palma Moreno de Neuquén capital y Macky Corbalán también de la capital.

--¿Será un lugar virtual al que se podrá acceder libremente a la lectura de los escritores de la provincia?

--Exactamente. La idea fue plantear una analogía con el término almacén, como alacena o bien como esos viejos locales que se ven por los pueblos del interior. De hecho, su diseño, cuando se haga la presentación virtual, será como un almacén que dispondrá de los autores a simple vista como parte de la interfaz. Los documentales, que estarán a cargo del grupo Frame, durarán aproximadamente una hora y se filmará por un lado la entrevista al autor, y por otro se lo o la filmará leyendo sus textos. De un pelotón de 30 escritores iniciales seleccionamos siete para empezar porque intentamos mediar entre capital e interior. Fue difícil la elección porque, por suerte, tenemos grandes escritores en Neuquén. Algunos con mucha trayectoria y otros con mucha proyección. Corbalán me parece una de las mejores escritoras de la provincia, y Palma Moreno resulta uno de los más singulares dado que, junto con Sergio Sarachu (un escritor que entrará en la próxima tanda), recorrió la Patagonia en un Torino para trazar una red de corresponsalía para la revista Coirón, una de las primeras en la historia literaria de nuestra región.

--¿Hay una identidad en común entre los escritores seleccionados? ¿Cómo juega “lo patagónico” en esta selección?

--Hay muchas tradiciones, incluso hay distintas formas de encarar “lo patagónico”. Se ha intentado construir una tradición que de algún modo cierre filas y transmita ideas sobre la “unívoca” identidad patagónica. Pero los rótulos constriñen y terminan generando lo mismo de lo que intentan despegarse. Personalmente no estoy de acuerdo con esos corsés. Porque incluyas referencias de color local o porque tu obra opere sobre realidades de la región, no vas a tener más consideración que otros escritores. Debería ser que lo bueno se note, simplemente, sin que importe de qué se hable ni en dónde fue escrito. Hay muchos malos escritores prestigiosos en el medio precisamente por este corrimiento, por esta necia y establecida forma de interpretar la literatura regional. Si una obra es buena, ¿qué importa dónde fue elaborada o sobre cuáles tópicos trabaja? Finalmente, creo que en este sentido nos falta madurar culturalmente para poder despegarnos de las imposiciones regionalistas. A lo mejor también hay un contraste grande entre las generaciones de poetas porque nosotros vivimos en una Patagonia urbana cuando en realidad la Patagonia “for export” es más que nada una Patagonia árida, estéril con llanuras largas, un terreno hostil que impide la comunicación entre una persona y otra, entre los artistas. Así es como se la intenta vender, o bien como un sitio paradisíaco y caro con dinosaurios, petróleo, rally y vinos exóticos. Yo soy escritor patagónico porque escribo desde La Patagonia no sobre la Patagonia (aunque lo haga). Yo soy un escritor patagónico, pero ante todo soy un escritor gordo. Esto es lo que en realidad me da el perfil (más risas).

--¿Existe una disputa entre escritores del interior y de los Buenos Aires?

--Yo no tengo ningún problema directo en la actualidad con los porteños, digamos. A los 22 empecé a viajar y pude ver que entre algunos escritores patagónicos más grandes sí existía el recelo contra la capital del país y sobre todo contra el corredor “Buenos Aires – Rosario – Córdoba” como emblema de la centralización y el recorte. Pude ver, también, casos de alzas de banderas antiporteñas pero encarados de forma enclenque: o bien para disputar migajas o bien enarboladas por escritores mediocres. Si bien lo que no pasa por Buenos Aires es difícil que se masifique, si falta calidad en una obra no siempre será tenida en cuenta. No importa el origen de la obra mediocre, valga decir. Pero esto nos lleva a una discusión sin fin que es ¿qué es bueno y qué malo? Porque entra la cuestión del gusto, que es personal y arbitrario. Yo publiqué en Buenos Aires, en la editorial El Suri Porfiado. Paradigma de lo ridículo de las fronteras: la editorial es porteña, la lleva adelante el salteño Aldazábal y su catálogo es nítido ejemplo de la descentralización y el federalismo. Bueno, me queda por decir que hay “escuelas” literarias porteñas cuyos estilos escriturarios no me gustan en absoluto.

--Por último, ¿qué es la poesía para vos y cuáles son tus escritores fundamentales?

--Para mí la poesía es algo que está más allá del poema. Pero más acá, teniendo en cuenta la dimensión textual, recuerdo que siempre discutíamos con Carlos Blasco (poeta de Cutral Có con el que compartimos Celebriedades) porque él decía que no puede haber un buen poeta que no escriba buena poesía y yo le decía que puede haber poesía en otros lados, o bien sujetos que pueden leerse en clave poética y que no sean poetas; se pueden encontrar poemas (más precisamente, sintagmas poéticos) en lugares atípicos, o encontrar frases con algunas figuras en prospectos médicos, por ejemplo. La poesía no es voluntaria. Para mí, es algo tan cotidiano que no podría describirlo tanto. Escribir para mí es adictivo aún cuando estás en un mal terreno: cuando la autocomprensión duele mientras y después. Es una especie de carga, una enfermedad, un problema irresuelto, un problema cotidiano: no puedo dejar de escribir.


*Tomás Watkins participará del IV Encuentro Nacional Itinerante de Escritores que se realizará en Neuquén y Cipolletti entre los días 7 y el 9 de octubre.
Para leerlo:
www.proyectobibliotecapatagonica.blogspot.com/2009/02/watkins-tomas.html

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