sábado, 23 de julio de 2011

Adhikari en el Teatro del Viento


La banda que nació cuando los casetes recién asomaban ofreció un espectáculo con un sonido impecable. En poco más de hora y media, el trío recorrió los puntos salientes de los 17 años de camino artístico recorrido y hasta se dio el lujo de reversionar sus temas favoritos.

Por Guillermina Watkins
Fotos gentileza Innsanitaria

Neuquén, julio 26 (Agencia Nan- 2011).- Guitarras prolijas, melódicas y rockeras, un bajo fuerte, grave y denso, y una batería que en ningún momento dejó de marcarle el camino a sus compañeros, fueron la clave por la que el sábado por la noche en el marco del Lifestyle III en el Teatro del Viento, Adhikari demostró ser una auténtica banda de rock.

Constituida actualmente como un power trío, quizás la formación más típica y fundamental del género, la banda comandada por Brooklyn realizó un repaso por sus 17 años de carrera en el que, si bien cambiaron muchas veces de integrantes, el sonido se estableció como algo compacto, sólido y único.

Si durante los años noventa no hubiese sido una sorpresa encontrarlos en el medio de un escenario montado en el centro de la ciudad, vestidos de plateado o con ropa femenina al grito de “Adhikari es tu estado del ser, espiritualmente competente”, con una fuerza musical acorde a lo que se estilaba en ese entonces en el que Babasónicos lanzaba Trance Zomba, Kurt Cobain se volaba la peluca y Blur editaba Parklife, hoy sería impensable escuchar ese sonido que amalgama la dureza del rock con la voz suave y afinada de Carlos “el Negro Brooklyn”.

De este modo, el evento “Lifestyle” (o como su traducción lo indica: estilo de vida) los colocó como los representantes musicales en un encuentro que reunió los pilares de la cultura a la que Adhikari representa: el rock, los tatuajes y el skate. La reunión musical también sirvió para que los muchachos presentaran su sello y sala de grabación Machina Records y adelantaran algunos temas de su tercer disco que saldrá en septiembre, Entre el caos y la tormenta mental, que contará con la participación de César Andino de Cabezones.

Mientras que afuera los skaters de la ciudad se turnaban para pasar por la rampa y lucirse ante los que no le hacen a las tablas, adentro VIX! amedrentaba la velada con música electrónica. En las paredes, una exposición de fotos de rock de Innsanitaria y Manu Urbano aguardaban por el público atento.

El nuevo Adhikari se subió a tocar a eso de las dos de la madrugada. Brooklyn, único integrante histórico de la banda, apareció en el escenario acompañado de su hermano Bigo en el bajo y Puchito en la batería. El trío comenzó con el repaso por las canciones de El estado del Ser (1998) y Resplandece (2007). Sólo Bigo tuvo participación en la segunda producción, mientras que Puchito recién está participando de la tercera edición. Como los dos integrantes afirman, “ellos son nuevos pero sin embargo se sienten parte de ese legado en la escena local”.

El show de Adhikari fue rock a secas, donde no hubo despliegues de virtuosismos ni de instrumentos extravagantes, sino simpleza escénica, actitud rockera, cuerpos transpirados que resaltaron el brillo de tatuajes “tradi” y piercings platinados, y un sonido bien al frente. Un rock “de acá” que ellos se encargan de llevar como bandera ante la defensa de un sonido neuquino que, en realidad, tiene que ver más con una actitud que con un estilo.

De este modo, el guiño con los noventa comenzó en el inicio de la hora y media que duró el show y se acabó con él. Los músicos se animaron a hacer tres versiones de bandas que los influencian constantemente: “Malón” de Babasónicos, “Una noche como esta”, de The Cure y “Sueles dejarme solo” de Soda Estéreo.

Adhikari, que nació a los albores de los primeros cassettes y que es uno de los proyectos artísticos más longevos de la ciudad, cerró la noche con la emoción de haber ofrecido un espectáculo con un sonido impecable y bien cerradito. Parece, entonces, que habrá Adhikari por otros 17 años más.

http://www.myspace.com/sonicojardin

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